Esta vez, la jurada de American Idol sufrió un pequeño inconveniente con su vestuario y lo tomó de forma inesperada. Sus pantalones se habían rasgado, tras un ataque de risas durante el programa.
Según informó Los 40 principales, la cantante californiana grito entre risas: “Me acabo de rajar los pantalones”.
Su compañero Luke Bryan, desde su asiento, también empezó a reírse mientras gritaba “¡Salvad a los niños!”.
Lejos de avergonzarse por la situación y con el humor que le caracteriza, Katy se levantó de su asiento y mostró la apertura que tenía en la prenda a todo el público presente.
Para alivio de la diva, el programa no era en directo y la postproducción se encargó de cubrir su trasero con el logo del programa para su emisión.
Un poco calmada, y con el problema resuelto, la estrella del pop se sentó en su lugar y continuó ejerciendo su papel de jurado.
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