Lo primero que fue encontrado fue su cabeza decapitada, que apareció en una valija en un departamento de alquiler en Osaka.
La policía detuvo al hombre que había ocupado la residencia. Se trata de un turista neoyorquino de 26 años, Yevgeniy Vasilievich Bayraktar, que admitió haberse deshecho del cuerpo y guió a los policías hacia los otros restos, reporta TN.
Mediante los datos suministrados, ños agentes nipones localizaron los brazos, piernas y torso desmembrado de la mujer repartidos en varias áreas montañosas y boscosas de Kioto y Osaka. Los restos habían sido enterrados o cubiertas con tierra, aunque no encontraron ropa ni otras pertenencias de la mujer.
Las autoridades indicaron que no hallaron heridas en los restos más allá de los cortes realizados para descuartizar el cuerpo, que habrían sido realizados con un “cuchillo muy filoso”, según el sitio Tokyo Reporter.
El ciudadano estadounidense, que llegó al país asiático a finales de enero, fue la última persona vista con la desaparecida y fue detenido el pasado jueves bajo sospecha de que la había secuestrado. Las cámaras de seguridad instaladas en el bloque de pisos en el que fue hallada la cabeza captaron a Vasilievich Bayraktar y la mujer entrando en el edificio, del que ella nunca salió.
La madre de Vasilievich Bayraktar contó al canal japones Nippon News Networtk que su hijo es un «fanático de Japón» y que «su sueño era casarse con una japonesa».
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