Según reportó, El País de España, cinco de los 100 heridos se encuentran en estado de gravedad, mientras que los lesionados sin consideración ascienden alrededor de 90.
Por otra parte, las labores de rescate del resto de personas que viajaban en el tren de ocho vagones han terminado, pero según ha informado la portavoz del Ente Regional de Emergencia y Urgencia (AREU, en italiano) de la región de Lombardía, Cristina Corbetta, el balance por el momento es provisional ya que no hay una lista de pasajeros y se desconoce el número exacto.
El hospital de Monza, el más cercano, ha suspendido todas sus intervenciones sin urgencia, a la espera de la llegada masiva de heridos. Muchos familiares de los pasajeros, también, se encuentran al pie de las vías intentando tener noticias de sus allegados.
Las causas del descarrilamiento, en una de las vías más transitadas de Italia (530 trenes al día) están siendo investigadas por la Fiscalía. Pero el siniestro se ha producido en un punto de cambio de vías y las primeras hipótesis apuntan que podría haberse producido por un fallo técnico en ese tramo.
Las primeras informaciones han confirmado que el tren habría circulado toda una distancia con una parte de los vagones fuera de los raíles hasta que uno de los vagones ha impactado con un poste de la luz y se ha doblado 90 grados sobre la vía.
El tren, cuyo maquinista ha resultado ileso, pertenece a la compañía Trenord y circulaba entre los municipios de Segrate y Pioltello cuando ha descarrilado.
El accidente ha tenido lugar a las 6:57 horas (momento en el que se ha perdido el contacto con el maquinista) y el tren siniestrado es un convoy que hacía el trayecto desde Cremona con destino a la estación Porta Garibaldi en Milán. Según las primeras informaciones, el descarrilamiento solo ha afectado los vagones centrales del convoy.
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