Portillo fue una de las primeras salpicadas por la filtración de audios que revelan hechos de corrupción.
La misma integraba la unidad de Delitos Económicos y Anticorrupción y llevaba causas como las que involucra a la organización religiosa conocida como secta Moon, manifestó el senador.
Además indica a través de su cuenta de Twitter que la fiscal intercambiaba pareceres y recibía instrucciones o sugerencias de una persona extraña a la investigación como Fernández Lippman y proveía información contrariando toda la normativa que le exige guardar reserva de los actos de investigación, como indica el Código Procesal Penal.
La fiscal es acusada por el legislador de violar la ley que establece que las partes y los funcionarios que participen de la investigación tendrán la obligación de guardar secreto, pues la fiscala compartía información del caso de la secta Moon y otros con el ex secretario del JEM Raúl Fernández Lippmann.
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