El gremio señala que en una democracia constitucional, el monopolio de la fuerza lo tiene el Estado, sin embargo frente a los “magros resultados” obtenidos en la defensa de la seguridad de las personas y de sus bienes en la zona de influencia de estos terroristas creen que no vale la pena seguir considerando capaces a las fuerzas para combatir el flagelo.
El escrito indica además que lamentan tener que seguir contando más muertes en el Norte y el gremio se solidariza con los secuestrados y familiares de los mismos, y de los asesinados, “como consecuencia de la criminal actuación de los terroristas y de la incapacidad de las fuerzas de seguridad para resolver el problema”.
Remarcan que si el Gobierno, y no trajera resultados efectivos, la ciudadanía se verá obligada a retirar su confianza en las autoridades que dirigen los órganos de seguridad, no por los principios que los establecen, sino por el fracaso de sus acciones.
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