Nahir Galarza de 19 años confesó que había matado a su novio, Fernando Pastorizzo, con el arma de su padre en la ciudad de Galeguaychú.
«Estamos perdiendo a una hija. Ella no es un monstruo, no tiene el perfil de ser nada de lo que se cree. No tiene problemas de adicción. Ni siquiera fuma. Fue educada dentro de lo mejor que le pudimos dar», dijo Galarza, en la puerta de los Tribunales de Gualeguaychú.
Según afirmó Clarin.com, el padre declaró a los medios en esa ciudad que la joven siempre estuvo «a derecho». «Cuando requirieron el arma, fuimos y la entregamos. Cuando necesitaron que mi hija hablara, la acompañó el doctor. No queríamos que esto se transformara en una persecución. Vamos a cumplir con todo lo que determine la Justicia», aseguró el hombre.
Por otra parte, el policía afirmó que existen testimonios que dan cuenta de que el joven golpeaba y hostigaba a su hija.
«En las últimas horas estuvimos interiorizándonos. Sé que un día había ido a rendir un examen y 15 minutos antes tuvo 100 llamadas telefónicas suyas. Otra vez la encontramos muy golpeada, con la entrepierna en carne viva y con golpes en la espalda. En ese momento nos dijo que se había caído de la escalera, pero después nos enteramos que él le pegaba. No la estoy justificando, yo también quiero saber qué pasó», comentó el padre, quien entregó el arma reglamentaria.
No obstante, la joven fue procesada con prisión preventiva. Así lo decidió el juez Guillermo Biré, titular del juzgado de Garantías N° 2 de la ciudad entrerriana.
Galarza de 19 años, que había sido dada de alta hoy del hospital donde estaba internada, quedará alojada a la espera de un juicio en los calabozos de la Comisaría del Menor y la Mujer de la localidad entrerriana.