Las víctimas viajaron hasta Santo Tomé, Corrientes, para cobrar una deuda por la comercialización de cigarrillos.
Según las autoridades los cuerpos estaban en un avanzado estado de descomposición.
Se trataría de un doble asesinato. Uno de los cuerpos fue encontrado este jueves en el curso de agua de un arroyo distante a unos 10 kilómetros al norte de dicha localidad correntina.
El mismo fue identificado como Benedicto Ramón Espínola Cristaldo, de 47 años, oriundo de Encarnación.
La esposa del fallecido, Rosalba Gómez Montaña, indicó que su marido se dedicaba a la venta de cigarrillos de una marca llamada Rodeo y viajó a Corrientes para cobrar una “deuda” relacionada a su trabajo.
El mismo llegó a la ciudad el 19 de diciembre y, como la señora no tuvo noticias de su pareja por varios días, decidió denunciar su desaparición en dicha ciudad.
Un informe de la Unidad Regional Quinta indicó que el cuerpo de Espínola Cristaldo estaba en avanzado estado de descomposición, tenía varios disparos de armas de fuego y un brazo totalmente mutilado.
La esposa sostuvo durante la denuncia que su marido le advirtió que no tendría señal telefónica al lugar a donde iba a ir, dato que llamó la atención de los agentes.
En tanto que este viernes encontraron el otro cadáver de una persona cuya identidad se desconoce pero aparentemente se apellida o llama “Benice”.
Una zapatilla de la primera víctima fue olfateada por un perro adiestrado de la Policía de Corrientes, quien guió a los efectivos hasta un establecimiento rural de un hombre identificado como Alejandro Guillén, quien está detenido como sospechoso del doble homicidio según datos del periódico El Litoral.
Además detuvieron a dos hermanos de nacionalidad brasileña de apellido Straziak y un tercer brasileño identificado como Nilmo Valdeci.
Así también un remisero sirvió como testigo de la Policía Argentina para recabar más datos sobre el hecho.
El mismo relató que días atrás, en horas de la noche, dos paraguayos solicitaron un remis para ser trasladados hasta una chacra situada en el Paraje Atalaya en el sector más conocido como Loma Fina.
Ese dato llevó a los investigadores a dar con los presuntos asesinos de los compatriotas.
Uno de los brasileños detenidos tenía el celular de la víctima. Argumentó ante los investigadores que habría adquirido el aparato de Espínola Cristaldo, pero igual terminó detenido.
Los efectivos policiales ya solicitaron los videos de las cámaras de seguridad en la zona de Santo Tomé, a fin de determinar cómo sucedió el doble asesinato. Según las primeras hipótesis, las víctimas habrían sido asesinadas luego de cobrar el dinero, que pudo haber sido robado. Los cadáveres fueron llevados a la morgue para una autopsia.
