El doctor Edgar Giménez, magister en Salud Pública, manifestó que a causa de innumerables intereses, la industria tabacalera y los importadores de tabaco han tenido gran influencia para impedir un control efectivo en el consumo.
“La OMS señala que los intereses de las tabacaleras y la salud pública son irreconciliables y que hay que seguir avanzado sin contar con ellos”, indicó.
Remarcó que en nuestro país, siendo el propio Presidente un propietario de tabacalera y a la vez financiador de grupos de poder, “es evidente que los avances son más complicados, puesto que en los países donde hay más avances son aquellos donde los propios presidentes lideran una agenda para fortalecer el control de tabaco”.
El profesional sostuvo que en Paraguay el tema se ha instalado, y recientemente casi todas las sociedades científicas de medicina se han expresado a favor de un mayor control y regulación del consumo de tabaco, señalando los daños a la salud.
Intentos de minimizar los efectos del tabaco en nuestro país por parte del ministro de Salud
Lo más preocupante de todo esto es que existe un conflicto de intereses en el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. Esta situación lo hace incapaz o incompetente para liderar un proceso que es su obligación.
“Las recientes declaraciones del ministro de Salud, Antonio Barrios han tenido una amplia difusión y tuvo una contundente respuesta por parte de las sociedades científicas de medicina: ‘el tabaco hace daño a la salud y es un problema de salud pública que hay que controlar’”, acotó.»
«Creo que por ética, el ministro Barrios debería dar un paso al costado, porque la salud pública es un tema, muy delicado», aseguró.
Cifras alarmantes
El experto mencionó que estos conflictos de intereses o bien la falta de carácter para sostener argumentos técnicos ante presiones políticas o de sectores interesados, han llevado incluso a intentar de minimizar el problema del tabaquismo entre los jóvenes.
“Inescrupulosamente la mercadotecnia del cigarrillo apunta a adolescentes y jóvenes para iniciarlos cuanto antes en esta nociva adicción que será un factor de riesgo importante para numerosas enfermedades crónicas. Las regulaciones vigentes en Paraguay son insuficientes para revertir esta situación y es el Ministerio de Salud, la entidad rectora que debería liderar una lucha decidida para su control efectivo sin conflictos de intereses”, subrayó.
Impuesto al tabaco y sus consecuencias
La reciente aprobación en el Senado sobre un incremento de impuestos, de 20% a 40% y de manera complementaria un impuesto fijo de G. 1500 por cajetilla, es un avance importante. Queda su aprobación por la Cámara de Diputados y que el presidente no vete la Ley.
La batalla más dura será con el Poder Judicial, una vez que se apruebe la ley; la historia reciente nos demuestra que ésta ha sido la carta más efectiva que tienen los grupos de interés.
La agenda de la industria tabacalera es muy predecible ya que intentan desacreditar a los exponentes, minimizar la evidencia científica, generar miedo en los trabajadores, destacar su supuesta contribución al desarrollo con el pago de impuestos (que en realidad pagan los que compran sus cigarrillos), utilizar medios masivos y redes sociales, poner “incentivos” para los que tienen que decidir, instalar la idea de un complot político o motivaciones políticas para perjudicar a personas o sectores particulares, confundir con información errónea, etc. La justicia suele ser vulnerable también.
Repercusiones
En relación a las denuncias divulgadas contra su persona, el doctor Giménez aseveró que el hecho se da en coincidencia con una agenda legislativa muy importante que vienen trabajando en el Senado.
“Creo que el objetivo es desacreditar este trabajo o tratar de politizarlo. Pero más que denuncia, ha sido la difusión de información errónea por algunos medios de comunicación, aparentemente vinculados a grupos de interés de esta agenda, al más alto nivel”, señaló.
“Al respecto creo importante señalar que mi participación en la difusión e incidencia política para fortalecer el control del tabaco es desde el 2006 y he participado en distintos grupos impulsores. También estando en el Ministerio de Salud entre el 2008 y el 2011 y posteriormente en la comisión de salud de la Cámara de Diputados, donde me desempeñé como asesor hasta junio de este año”, expresó.
Explicó además que mediante una resolución del presidente de la Cámara de Diputados y la de Senadores fue trasladado a la Cámara Alta donde cumple funciones desde julio, en iguales términos que otros asesores.
“El perfil profesional que tengo avala el trabajo que vengo realizando y dispongo de todas las documentaciones que respaldan esta labor”, recalcó.
Agenda dura
“La agenda que se viene es muy intensa; más regulaciones para el control del tabaco, más impuestos para bebidas alcohólicas, bebidas azucaradas y regulaciones para garantizar alimentos saludables”, dijo.
Advirtió que los ataques serán más intensos también, tanto hacia profesionales como hacia los actores políticos que impulsan esta agenda.
Finalmente sostuvo que es posible avanzar en esta agenda si la población se compromete y se moviliza, ya que además de tener una mejor calidad de vida, una de las medidas que incrementa impuestos, estaría recaudando dinero para sectores importantes como el deporte, la salud, la educación y las CODENIS.