El pequeño padecía histiocitosis de células de Langerhans, mal que le produce tumores que no le permitían llevar una vida normal. Escribió su primer libro auto biográfico “Uno en 200.000” para contar su experiencia con la enfermedad.
Desde muy pequeño Ávalos leía y escribía, poseía un don excelente. En una entrevista para el diario El país de España contó que tenía más de trescientos libro, “cuatro estanterías llenas”.
«Lean mucho porque la lectura es una medicina maestra y te otorga lo más valioso que es el conocimiento», era su mensaje para todos.
Entre las obras del pequeño escritor están: «Encuentros con Rubén», «Sensación de Pureza», «Diadema», «Las cartas y otros cuentos impredecibles» y «La Medicina Maestra».
El periodista Diego Martínez, a través de su cuenta de Facebook, avisó sobre el fallecimiento del pequeño. El niño fue llevado a España para ser tratado y mientras llevaba una vida llena de padecimientos, se dedicaba a escribir.
El pequeño está inmortalizado en una biblioteca española de Sevilla que lleva su nombre.
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