Un Tribunal de Sentencia sentenció a 5 años de pena privativa de libertad a Héctor Hernán Sosa, de 32 años, por la comisión de los hechos punibles de trata de personas y producción de documentos no auténticos.
Durante el juicio oral y público, representó al Ministerio Público, la agente fiscal Irma Llano, de la Unidad Especializada de Delitos Informáticos, y como coadyuvante la fiscal de Asunción Silvana Otazú, informó el Ministerio Público.
El Tribunal de Sentencia estuvo presidido por la magistrada Lourdes Peña e integrado por las juezas Claudia Criscioni y Blanca Gorostiaga. En los alegatos finales, la representación fiscal requirió al órgano juzgador que dictara 11 años de prisión para el encausado. En tanto, el abogado querellante Alfredo Delgado, pidió 12 años de encierro. El Colegiado Judicial no consideró los hechos de coacción y lesión al derecho de la comunicación y la imagen.
Antecedentes
Según los antecedentes del caso, el joven creó un perfil falso en la plataforma digital Facebook, en la cual contactó con mujeres, a quienes ofrecía oportunidades laborales
Las pesquisas señalaron que captaba a las víctimas al fingir ser representante de una conocida revista en el país a fin de que las mismas participaran de un evento que supuestamente sería realizado en mayo de 2015 en un hotel. El hoy condenado usó documentos tipo pagarés con el sello de una firma publicitaria.
De acuerdo al recuento publicado por el portal Judiciales.net, a través de este perfil, realizó la publicidad de un supuesto casting organizado por la Revista Zeta, que se llevaría a cabo el 3 de mayo de 2015, en el Hotel Sheraton de Asunción, con el fin de seleccionar rostros de imagen publicitaria.
Posteriormente, les indicó a las mujeres que debían ir hasta un motel para tener una entrevista con el encargado del casting. Una vez allí, Sosa se presentaba como el supuesto entrevistador, les ofrecía alcohol y drogas y les decía que para ser modelos debían tener sexo con él. A cambio del servicio sexual, Sosa les daba un pagaré de contenido falso a nombre de la Revista Zeta, empresa que debía entregarles el dinero en un plazo de 30 días.
Cuando las mujeres iban a buscar su dinero, se encontraban con la sorpresa de que todo era mentira. El hombre incluso llegó a grabar las relaciones sexuales.
En declaración, el condenado sostuvo que las mujeres con las cuales contactó cobraban para mantener relaciones sexuales con hombres.
La defensa del acusado esgrimió que el delito no se configura en el hecho punible de trata sino que fue un servicio sexual que no fue honrado.
Esta web usa cookies.