El acto de abandono de las armas por parte de las FARC, se realizó en uno de los fortines de dicha guerrilla, con la presencia del Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos y el líder del grupo, Rodrigo Londoño.
Nadie imaginaba años atrás que las Farc dejarían las armas y optarían por la paz.
Entre los ciudadanos hay quienes lo celebran, pero se puede percibir en el país una mezcla de desconfianza, desinterés e indiferencia.
El analista político, Héctor Riveros, explicó a BBC que el gobierno se equivocó con la “sobrepromesa” de que se había acordado la paz en Colombia, cuando en realidad hay muchos otros factores de violencia que siguen activos, como la guerrilla del ejército de Liberación Nacional(ELN) o las bandas criminales con capacidad de control territorial, como el Clan del Golfo.
El analista menciona sobre la falta de emoción ante el desarme de las FARC. “La intensidad del conflicto había bajado mucho hace ya años, y por lo tanto la gente no siente un cambio significativo en su vida, como para producir el entusiasmo que uno quisiera, indicó el profesional.
El mandatario colombiano expresó a través de su cuenta de Twitter que, por fin llegó la noticia más esperada por el país desde hace años.
“Hoy, Colombia tiene la mejor noticia en 50 años, las FARC dejan sus armas y las palabras serán su única forma de expresión”, señaló Juan Manuel Santos.
Aún quedan por desmantelar los más de 900 escondites en las que las FARC, guardan sus armamentos, municiones y explosivos, los cuales quedaran en manos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a más tardar el 1 de septiembre.