Según relató Colette Wellbach, capitana a cargo de la investigación, el joven despertó atado en una habitación desconocida, en una cama. Las mujeres forzaron al hombre a tomar una bebida energizante, antes de violarlo varias veces al día.
Actualmente, el Servicio de Policía de Sudáfrica realiza una investigación del particular hecho bajo la figura de «ofensa sexual», independientemente de que se trate de un varón. «Tomamos todas las denuncias seriamente a pesar de la cuestión de género», manifestó Wellbach. «Queremos llevar a estos criminales ante la Justicia», agregó, según informaba el medio Times Live.
A la fecha los casos de abuso sexual y violaciones son una gran epidemia en Sudáfrica.
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