A partir del 1 de junio, el Instituto de Previsión Social (IPS) exigirá un nuevo requisito a los empleadores. Los mismos deberán pedir un examen médico a los postulantes previa a una contratación; el objetivo es detectar si los nuevos empleados están sanos o tienen patologías severas.
Dicha exigencia se debe a que muchas personas alegan tener enfermedades graves y usurpan el lugar de algún conocido que tenga seguro con la finalidad de beneficiarse con los servicios del instituto.
Los empleados deberán someterse a los análisis correspondientes de acuerdo a los trabajos que realizarán y el empleador correrá con los gastos de los mismos, y no el IPS.
La empresa tendrá como límite 90 días para entregar los resultados a la Dirección de Aporte Patronal del IPS, y si no se presenta a tiempo, tendrá una multa de 15.000 guaraníes por día de retraso.