Después del TNT, el C-4 es uno de los explosivos con más fuerza de los conocidos hasta el momento. Según los expertos explosivistas, la gran cualidad de este elemento es que puede moldearse fácilmente en cualquier forma deseada. El C-4 se puede introducir en rendijas, huecos de edificios, puentes, equipos o maquinaria.
Otra característica es que no estalla incluso si es golpeado por una bala, perforado, cortado o lanzado al fuego. El único método fiable para la detonación es mediante un detonador o un casquillo propulsor.