“Paraguay es el único país de la región que no cuenta con reelección”, volvió insistir este lunes la senadora colorada cartista Lilian Samaniego luego de que Horacio Cartes anunciara que renuncia a la posibilidad de candidatarse nuevamente en 2018. Poco después, aseguró que los segundos períodos presidenciales son sinónimo de progreso y futuro. Sin embargo, al menos una parte de sus afirmaciones no van del todo con la verdad.
Que Paraguay es el único país de América que no cuenta con reelección es una afirmación falsa. En Sudamérica, es una de las dos naciones que prohíbe los segundos mandatos presidenciales, pues Colombia se le sumó en 2015.
La decisión de abolir la reelección presidencial fue tomada en junio de 2015 por el Congreso colombiano, a instancias de una iniciativa planteada por el propio presidente de ese país, Juan Manuel Santos; quien se encontraba ya en su segundo mandato presidencial.
Colombia adoptó la reelección inmediata para un segundo periodo en 2005 tras una reforma constitucional que permitió que Álvaro Uribe, quien había sido ungido para el periodo 2002-2006, pudiera optar a un segundo mandato que terminó en 2010, según publicara en su momento el diario argentino La Nación en su edición web.
Pero la propuesta de Santos no solo contemplaba la eliminación de la reelección presidencial, sino la reelección de otros altos funcionarios estatales como el procurador general (que vigila a los servidores públicos), el registrador nacional (a cargo del sistema electoral) y el defensor del pueblo (que vela por el cumplimiento de los derechos humanos).
Según encuestas publicadas en aquel momento en Colombia, más del 70% de sus habitantes se encontraba en contra de la reelección.
“La figura y la institución de la reelección ha sido ajena a la tradición institucional y democrática de Colombia y ya cumplió sus ocho debates la eliminación de ese artículo, por lo que después de que sea conciliado el texto con el (aprobado por el) Senado, queda prohibida la posibilidad de reelección”, dijo el entonces ministro del Interior colombiano, Juan Fernando Cristo, a medios radiales de su país.
Con esto se buscaba eliminar la posibilidad de la “concentración del poder en pocas manos”, explicaban desde el gobierno colombiano. Además, se decidió que volver a establecer la figura de la reelección ya no se podría hacer a través del congreso.
Sí se toma todo el continente americano, la lista de países que no permiten la reelección. A la lista del “No” se suman México, que no cuenta con reelección presidencial desde la Revolución de 1910; Guatemala y Honduras, este último se encuentra sumido en un caldeado debate debido a que el actual presidente consiguió que la Corte Suprema lo habilitara nuevamente como candidato de cara a las próximas elecciones generales, basándose en una interpretación de su constitución ¿Suena familiar, no?
En otro países de la región, en cambio, la figura de la reelección presidencial ha permitido el establecimiento de largas hegemonías unipartidarias que poco se asemejan con regímenes democráticos como los casos de Venezuela (reelección indefinida) o Bolivia, donde el actual mandatario, Evo Morales, busca a toda costa que se le permita presentarse para un cuarto período consecutivo, a pesar de que hace poco más de un año un referéndum le había cerrado esa posibilidad.
Morales lleva ya 11 años en el poder y cuando se termine su actual período alcanzará 14 como primer mandatario. Sin embargo, sus partidarios y él aspiran ampliar la continuidad hasta casi dos décadas, por lo que esperan habilitarlo nuevamente como candidato en las elecciones presidenciales de 2019.
En Argentina, los Kirchner mantuvieron el poder durante más de una década gracias a que durante los ’90 Carlos Menem presionó insistentemente para habilitar la figura de la reelección presidencial, algo que consiguió gracias a una reforma constitucional, pero que lo llevó a perder luego las elecciones.
En Ecuador, Correa desistió de una consulta popular sobre la posibilidad de un nuevo período para sí; aunque no sin antes dar la bendición a quien debe sucederlo en el cargo: su ex vicepresidente, Lenín Moreno, quien se impuso hace algunas semanas en unas elecciones que no estuvieron exentas de polémicas.
En Venezuela, la reelección presidencial también es indefinida y no conformes con ella permitieron que pasado cierto tiempo, en caso de que el presidente deba abandonar su puesto pueda elegir a quien lo sucederá
Pero el ejemplo más claro en la región de cómo conseguir una larga continuidad sea probablemente el caso de Daniel Ortega en Nicaragua, quien en noviembre pasado consiguió ser electo para un tercer período consecutivo. Este viejo comandante sandinista regresó al poder en 2007 y es recordado por haber encabezado la revolución que sacó del poder a la dinastía de los Somoza, aunque ahora algunos dicen que se parece demasiado a aquellos a los que ayudó a derrocar.
Cuando llegue al fin de su nuevo mandato, según cálculos de la BBC Mundo, Ortega sumará 15 años consecutivos como presidente de Nicaragua, algo que no logró ninguno de los Somoza en su país.
La BBC agrega que si también se considera su período como coordinador de la Junta de Gobierno de la Revolución Sandinista -cargo que ejerció del 4 de marzo de 1981 al 10 de enero de 1985- así como su primera presidencia -del 10 de enero de 1985 al 25 de abril de 1990- la cifra es todavía más impresionante: 24 años, 1 mes y 21 días al frente de los destinos del segundo país más pobre del hemisferio occidental, después de Haití.
Mientras tanto, la oposición debe lidiar con un montón de prohibiciones y la gente casi no puede protestar.
¿Reelección sinónimo de progreso y futuro? Esas afirmaciones de la senadora colorada Lilian Samaniego también deberían ser analizadas luego de mirar el pantallazo regional ¿no cree?
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