Al incesante cómputo de fallecidos o damnificados, el pronóstico no es halagador. Según los servicios meteorológicos locales, se espera que se produzcan más lluvias y con ésto las peligrosas riadas. Los mayores inconvenientes se registran en el norte del Perú, sobre todo en la región Piura, donde los damnificados superan los 225.000.
Los denominados “huaicos” provocaron enormes daños a las comunicaciones terrestres. Según el gobierno, 33 carreteras han sido afectadas por la crecida de los ríos y los desprendimientos de piedras.
La situación de emergencia rige en las zonas afectadas y el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski ya recibió muestras de solidaridad de los gobiernos de la región, como el de Colombia, que ya envió equipos al Perú.
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